HISTORIA DE LA HERMANDAD

Aunque tradicionalmente se ha venido señalando el año de 1635 como fecha de fundación de la Hermandad de Jesús Nazareno, hoy podemos adelantar bastantes años ese nacimiento y fijarlo con certeza el ocho de julio de 1576. Un pleito incoado en 1693 ante la autoridad eclesiástica por la Hermandad de la Vera+Cruz, a cuenta de una disconformidad con el día de salida, nos va a proporcionar este preciso dato, inédito hasta hace poco
En dicha disputa fueron convocadas todas las Hermandades de Penitencia ursaonenses para que presentaran sus primeras reglas. Esto es lo que refleja el tenor literal de la de Jesús Nazareno. "Viernes Santo por la mañana, la cofradía de Jesús Nazareno, sita en el Colegio de Ntra. Sra. De la Victoria de la Orden del Señor San Francisco de Paula. Tiene sus reglas aprobadas por el provisor Sr. Dr. Valdecañas y Arellano en ocho de julio de mil quinientos setenta y seis", y añade el texto: "se ordena haga estación el Viernes Santo entredós albas o a las horas que fueran avisados". Curiosamente el mismo Provisor Valdecañas será el que apruebe dos años más tarde, el 24 de abril de 1578 las reglas que para la sevillana hermandad de Jesús Nazareno, vulgo el Silencio, había redactado su Hermano Mayor, el célebre escritos Mateo Alemán.
Las segundas Reglas de la Hermandad, las de 1635, se conservan afortunadamente en poder de la corporación. Encuadernadas con tapas contemporáneas de terciopelo morado con apliques y cantoneras de plata, se inician estas Reglas con dos páginas iluminadas, la primera con un corazón y la segunda con motivos vegetales que flanquean la imagen de Jesús con la cruz a cuestas inserta en un sol con sus rayos a imitación del escudo de la Orden de los Mínimos. Se redactaron el 25 de marzo - festividad de la Encarnación - de 1635 y fueron aprobadas en primera instancia por 25 hermanos al frente de los cuales figuraba Jerónimo Ruiz Armellones.


Constan de 24 capítulos. Para la admisión de Hermanos se establece lo siguiente: "que no se reciba a ningún cofrade que se sepa que no es hombre de buen vivir y que no sea borracho, ni amancebado, ni logrero, ni usurero, ni rufián, ni revoltoso, ni haya sido castigado por la Santa Inquisición ni por la justicia eclesiástica ni seglar, y si fuese mujer no haya sido amancebada o alcahueta y no se recoja a ningún esclavo."(Capítulo 3º)
La corporación estaba regida por 16 hermanos, elegidos anualmente en cabildo general cada Domingo de Cuasimodo y eran Prioste, dos Alcaldes, dos Mayordomos, ocho Diputados, Secretario, Albacea y Ejecutor, "que sean buenos cristianos y temerosos de Dios".(Capítulos 4º y 5º)
La procesión tenía lugar el Viernes Santo entre dos albas y los cofrades debían concurrir con "una túnica de lienzo basto y una soga de esparto y una imagen en los pechos que de nuestra advocación, y han de ir descalzados y el que estuviese enfermo puede llevar alpargatas"(Capítulo 7º).
Se celebraba una Vigilia General el Domingo siguiente al día de los Difuntos y a la jornada siguiente una misa por los Hermanos fallecidos, con túmulo y profusión de cera.

El apartado benéfico-social (Capítulo 15º al 17º), tan propio de estas corporaciones, contemplaba la ayuda a los hermanos enfermos, bien con la visita, o bien con un socorro material a costa de la Hermandad y que se componía de "médico, botica y barbero hasta que sane o muera". También se auxiliaba a los cofrades presos por deudas - si eran inferiores a mil maravedíes - y a las doncellas pobres que no podían costearse la dote.
En 1653, el Provisor y Vicario autorizó la Estación de Penitencia el Viernes Santo por la mañana, y tres años más tarde, el cura más antiguo de la Villa, Francisco Ortiz de Málaga, reiteró el mandato y recordó una antigua prohibición de salir de noche, como seguramente había ocurrido en los albores de la Hermandad.
Existe un importante vacío documental en la vida de la corporación durante el siglo XVIII, solo roto por contadas y breves referencias sacadas de los libros de Visitas. Así sabemos que en 1700 la Hermandad que "que se compone de limosnas para Misas y procesión de Viernes Santo" adeudaba a su mayordomo, Juan Rivero, 84 reales. Poco después, en 1739, el método recaudatorio seguía siendo similar: "limosnas que se juntaron con la demanda y las que se dan por llevar los pasos y las insignias en la procesión, averiguaciones y entrada de hermanos". Los 2613 reales anuales de caudal se destinaban a "una procesión de penitenciaque se le hace el Viernes Santo con Sermón de Pasión, Novena de misas cantadas por las ánimas, cera y adorno del altar" y la hacienda había mejorado algo pues solo se le adeudaba al Mayordomo, Juan de Sarria, un real.
El 3 de Mayo de 1730 el mismo convento de la Victoria va a ser testigo del nacimiento de otra Hermandad: la Congregación de Nuestra Señora de los Dolores "que se venera en su capilla, inmediata al púlpito y que llega a la del señor S. Jerónimo"

A lo largo del siglo XIX, un siglo muy movido para la iglesia española y también para sus cofradías, se modificaron dos veces las primitivas Reglas de la Hermandad Nazarena de Osuna. La primera vez sería en Febrero de 1824, tras la reimplantación del absolutismo tras el trienio liberal, que según el texto es descrito como un tiempo "de abandono que se dio en estos últimos días, infelices y desgraciados y llenos de impiedad". La procesión seguía siendo el Viernes Santo tras el matutino Sermón de Pasión y los cofrades debían pasar una limosna mensual de dos reales.

La segunda reforma de las primitivas reglas llegará en 1830, cuando se limite a 34 el número de hermanos. Los cargos directivos que se fijan son un Hermano Mayor, un secretario - nombrado a perpetuidad - y ocho diputados.
El sacerdote de la localidad, Don Carlos Mazuelos Herrera, durante su viaje a Roma en 1869, para asistir al Concilio Vaticano, consiguió del Papa Pio IX dos breves pontificios concediendo dos brevas pontificios concediendo varias indulgencias y gracias espirituales a los cofrades ursaonenses de Jesús Nazareno y de la Virgen de los Dolores. La llegada a la Villa Ducal del documento, el 19 de mayo, se celebró con una solemne función.
En la Semana Santa de 1928, nuestra hermandad no pudo realizar su estación de penitencia debido a la lluvia que precipito sobre la Villa Ducal en estos días santos. Sus hermanos obraron muy cuerdamente y no quisieron exponer sus imágenes e insignias a los peligros de un temporal de lluvia y viento que nada bueno prometía.

En 1930, D. José López Mazuelos, Hermano Mayor de la cofradía de Jesús Nazareno, contrato de su bolsillo particular a la banda de Música de Saltera, que acompaño este año durante el recorrido a nuestro Padre Jesús y que por su buena presentación y ejecución aceptable, fue gratamente escuchada, si bien en su actuación no se mostró nada pródiga.

En 1938, la estampa recordatoria de la novena de Jesús Nazareno fue la que se reproduce junto a estas líneas en la que curiosamente aparece Nuestro Sagrado titular acompañado de la Nuestra Sra. La Virgen de los Dolores.

Los años 1986 y 1987, el paso de Nuestro Padre Jesús Nazareno, fue vuelto hacia la calle Tía Mariquita, en honor a las monjas clarisas. La nuestra Hermandad, mantenía antaño, la costumbre de volver el paso de Señor hacia la calle Tía Martiquita en honor de las monjas clarisas que habitaban en el convento de Santa Clara en la calle La Huerta. 

La venerada Imagen de Jesús Nazareno, bendijo Osuna durante cinco horas y media en la procesión extraordinaria, celebrada el 19 de Agosto del Año 2000, con motivo del Año Jubilar. En todo momento, una muchedumbre siguió con fervor y recogimiento el paso de Jesús, desde que salió pasados unos minutos de las 10 de la noche, hasta que entró en la Iglesia de la Victoria a las 3 y media de la madrugada. Antes de finalizar nos gustaría mencionar que antiguamente, todos los viernes de año, se realizaban visitas con Solemnes Besa píe en la parroquia de la Victoria, para que así el pueblo de Osuna, se encontrara "más cercano" a la Sagrada Imagen.

La Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno, adquirió en la calle Aguilar un local para acondicionarlo como Casa Hermandad. El objetivo era ubicar en lo que sería su futura sede, un salón de reuniones, la secretaria y otras dependencias para los enseres de la Hermandad.

La restauración de la Bendita Imagen comenzó en Noviembre de 1986 y finalizaron las tareas en el mes de Febrero de 1987, siendo dirigidos los trabajos por el prestigioso especialista profesor. Los trabajos realizados sobre la Imagen de Jesús Nazareno consistieron, básicamente en la restauración de su estructura, ya que corría serio peligro de romperse. 

Nuestro Padre Jesús Nazareno, estrenó en 1998 un nuevo terciopelo del bordado del estandarte, habiéndose repuesto las piezas mas deterioradas. En un 1er momento, este trabajo se encargó a la Madre Teresa Espejo del Convento de Santa Isabel (Sevilla). Por problemas de salud de la religiosa, se encomendó la tarea a Talleres Paleteiro (Sevilla). Los cordones del estandarte, obra de Felipe Rodas de Valencia, también son nuevos aunque conservan el diseño anterior.
El 3 de Enero de dicho año, la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno, organizó por 1ª vez unos cultos con motivo de la festividad del Dulce Nombre de Jesús. En la capilla del Nazareno, Don Mariano Pizarro Luengo, Director Espiritual de la Hermandad, y párroco de la Iglesia de Nuestra Sra. De la Victoria, ofició Santa Misa, tras la cual comenzó el besapié al Señor, a continuación, la Hermandad, organizó un cabildo extraordinario.

En el año 2000 se recuperaron las pinturas de la capilla que databan del año 1918, apareciendo en la pared el nombre de Manuel Morón. Entre las cenefas de la capilla se hallaban escudos con la Cruz de Jerusalén, el escudo de la Hermandad y símbolos de la Pasión. Las labores de restauración comenzadas el 6 de Agosto de 1998 y finalizadas el 6 de Noviembre fueron dirigidas por José Antonio Molina Heredia y ayudado por Miguel Ángel Cruces Serrato. 
La Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno procedió a la restauración de su capilla, 25 años después de la última intervención sobre ella, realizada entonces por el recordado artista ursaonés Antonio Álvarez, cofrade de Jesús Caído.